Manifiesto del Don Nadie

Hace cierto tiempo, en un café Sanborns, una estudiante de comunicación me enfrentó con la frase que tanto he escuchado en días recientes: "¿Quién eres tú para decir eso?". Había dado yo mi opinión acerca del caso de Diego Santoy y porquerías anexas, y la muchacha aparentemente estaba cuestionando mi credibilidad con el argumento de que "no soy nadie". Y tiene razón... no soy absolutamente nadie en este universo. Pero su lógica tiene una falla muy grande: ¿Quién es ella para decir que no soy nadie? ¿Quién dijo que para expresar una opinión coherente y lógica hay que "ser alguien"?

Sin duda es una de las actitudes que he encontrado en muchos alumnos de la facultad de ciencias humanas, y es una de las que más me molesta: El culto a figuras, escritores, maestros, directores de cine y demás, aceptando sin rechistar lo que digan o hagan porque son reconocidos y tienen una larga trayectoria, mientras rechazan inmediatamente lo que dice cualquier Don Nadie (como yo) sin detenerse a razonarlo. Sorpresa: Todos los antes mencionados son seres humanos y pueden equivocase, aunque sean vacas sagradas con mil títulos en sus paredes y medallas colgando de su saco.

Asimismo, un Don Nadie puede estar en lo cierto. Como dijo Galileo: "En lo tocante a ciencia, la autoridad de un millar no es superior al humilde razonamiento de un hombre". Aquellos grandes maestros a quien tanto veneran, en algún momento de su vida fueron completos desconocidos con una credibilidad nula, sin embargo crearon algo, descubrieron algo o aportaron conocimiento válido, de ahí surgió su reputación.

Es por eso que me entra una desesperación al escuchar sus obvias contradicciones. Por ejemplo, cuando algunos se asombran y hasta admiran que Tarantino haya sido un empleado de un establecimiento de videorrenta, pero si el tendero de la esquina les dice que quiere dirigir una película, se burlen inmediatamente de lo absurdo de su proposición sin examinar en lo más mínimo sus ideas. Es verdad, puede estar equivocado y tener un proyecto descabellado, pero nunca lo sabrán si no lo escuchan.

Otras personas también, cuando intentan hacer válido algún argumento, intentan apantallar a su interlocutor con sus títulos: "Yo soy licenciado en esto con diplomado en esto otro" cuando un simple razonamiento lógico zanjaría la discusión fácilmente. Cualquier persona que afirma estar en lo correcto porque estudió algo, está muy equivocada.

Merece mención especial otra de las actitudes que destesto, y que es tan común en estudiantes de comunicación: La arrogancia y pretensión injustificada. Me he preguntado en tantas ocasiones: "¿En qué semestre dan esa materia para brincármela?". Pero eso es material para otro post...

Podría sonar que con este escrito estoy intentando decir "yo tengo la razón", como tanta gente me ha dicho que hago y que les parece tan odioso. Una amiga recientemente me dijo: "La verdad no me gusta leer tu blog, siento como que siempre quieres ser un smartass". Otras cosas que me han dicho es que me creo mucho, que soy muy arrogante, que siento que siempre debo tener la razón... Al final de cuentas, todo lo que escribo aquí no es más que la humilde opinión de un Don Nadie cualquiera, les aseguro que lo último que yo deseo es que se me crea todo lo que escribo. Me da tanto gusto cuando alguno de ustedes, oh queridos lectores, me cuestiona o saca algún argumento válido en contra de lo que afirmo en estos sencillos posts: Es una pequeña señal de que están pensando. Y así, amigos míos, es como este mundo avanza.

Atte.
BadBit